España tiene su propio hueco en el Libro Guinness de los Récords: el restaurante más antiguo del mundo es español. El Restaurante Botín, situado cerca de la Plaza Mayor de Madrid, abrió sus puertas como posada en 1725. Jean Botin, un cocinero francés, y su mujer se afincaron en la capital, abrieron la posada por aquella fecha y sirvieron comidas además de alojamiento. ¿Y sabéis que más está registrado en el Libro Guinness? Pues que Goya trabajó aquí como friegaplatos. Imagínate qué de historia se respira entre esas paredes.

El restaurante, que está a cargo de la familia González, lleva abierto desde entonces y su comida tradicional española es la reina de la calle Cuchilleros. Su especialidad es el cochinillo pero viendo el resto de la carta, a nosotros se nos hace la boca agua: pimientos asados con bacalao, la famosa ensalada Botín, huevos revueltos con salmón ahumado, setas a la segoviana… Todos estos platos y muchos más se pueden disfrutar en este histórico restaurante.

Pero el Libro Guinness no es el único que lo describe en sus páginas. Desde que abrió sus puertas hace casi 300 años, muchos autores han disfrutado de su comida y de la hospitalidad de sus dueños. ¿Dónde más vas a poder comer en el mismo sitio en el que ya lo hicieron Valle Inclán, Hemingway o Scott Fitzgerald?

Pero si Madrid te pilla muy lejos, el segundo restaurante más antiguo de nuestro país está en Barcelona y se llama Can Culleretes. Abrió en 1786 y su comida tradicional sigue funcionando hasta ahora. No es el más antiguo pero, oye, que tener 231 años ya lo querrían muchos.

Y la lista de los restaurantes con más historia no acaba ahí. ¿Quieres viajar a otros países? Pues también puedes hacerlo al pasado.

La posada Tour d’Argent abrió en París en 1582, mucho antes que el restaurante español, pero no utilizaron el término “restaurante” hasta 1765, cuando la familia Botin ya había comenzado su negocio. ¿Sabías que la peli Ratatouille está ambientada en este restaurante? Ya solo por eso merece la pena echarle un vistazo.

Interior_Franziskanner

Estocolmo también puede presumir de tener un restaurante que abrió, nada más y nada menos, que en 1421. Desde entonces el Zum Franziskaner sirve comida alemana, aunque lo que hace que los clientes vuelvan son sus cervezas artesanas. No sabíamos que a los suecos les gustara fabricar cerveza, pero nosotros nos ofrecemos voluntarios para probarlas.

Los austriacos también tuvieron posadas que luego pasaron a ser restaurantes. En Salzburgo, por ejemplo, encontramos el restaurante St. Peter Stifskeller, construido en el año 803 y que ha servido sus deliciosos platos hasta el emperador Carlomagno. ¡Y no estamos exagerando!

Un poquito más lejos, en Japón, podemos visitar el restaurante que antes fue una tienda de dulces: Honke Owariya. En 1465 cambiaron los postres por su comida tradicional japonesa y nadie puede negar que tienen experiencia preparando sopa de fideos.

Interior_Inn_usa

Si te da por cruzar al otro lado del charco y visitar Estados Unidos, que no se te olvide pasarte por el restaurante Grinswold Inn, abierto desde 1776. No es que el río Connecticut sea el más famoso del mundo, pero si la comida está buena…

Y ahora en serio, ¿sabes cuántas generaciones de abuelas han podido hacer croquetas desde que se abrieron estos restaurantes? ¡Muchas! Muchísimas abuelas y muchísimas croquetas. 300 años de cocina dan para muchas recetas y muchos sabores. ¿Cuál estás deseando probar tú?


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